Ràcz Jenő

"Cuando paso junto a una verdura, cuando huelo determinadas verduras, cuando algo me llama la atención, cuando veo formas de diferentes formas, inmediatamente me llega la sensación de lo que podría preparar con esa materia prima".
 
Rácz considera que su estilo es vanguardista; no hay reglas y le gusta cocinar sin que nada le obligue. La inspiración proviene de muchas facetas de su vida.
Lo más importante, según Rácz, es trabajar con un conocimiento profundo de los fundamentos. “Al igual que un pintor”, explica, “si sabe qué color mezclar con cuál y cómo llevarlo al lienzo, de ahí en adelante todo surge de la imaginación”.
 
Aunque en Budapest ya existen restaurantes con estrella Michelin, Jenő Rácz es el primer húngaro que recibe una estrella Michelin en el extranjero. Rácz se convirtió en 2016 en el chef del Taian Table de Shanghái, que recibió una estrella Michelin tres meses después de su apertura. Gracias a su liderazgo pudo mantener ese título durante los siguientes dos años.
 
Las cosas han cambiado en el mundo moderno, dice Rácz, refiriéndose a la atmósfera cambiante en torno a la cultura culinaria. Hoy en día conoce a jóvenes, de cinco, diez, quince años, que algún día quieren ser chefs. En su opinión, esto es excelente, porque significa que está creciendo una generación completamente diferente, "que ve la gastronomía como un arte".
Lo más importante, según Rácz, es trabajar con un conocimiento profundo de los fundamentos. “Al igual que un pintor”, explica, “si sabe qué color mezclar con cuál y cómo llevarlo al lienzo, de ahí en adelante todo surge de la imaginación”.
 
Aunque en Budapest ya existen restaurantes con estrella Michelin, Jenő Rácz es el primer húngaro que recibe una estrella Michelin en el extranjero. Rácz se convirtió en 2016 en el chef del Taian Table de Shanghái, que recibió una estrella Michelin tres meses después de su apertura. Gracias a su liderazgo pudo mantener ese título durante los siguientes dos años.
 
Las cosas han cambiado en el mundo moderno, dice Rácz, refiriéndose a la atmósfera cambiante en torno a la cultura culinaria. Hoy en día conoce a jóvenes, de cinco, diez, quince años, que algún día quieren ser chefs. Esto es excelente en su opinión, ya que significa que está creciendo una generación completamente diferente “que ve la gastronomía como un arte”.