Christophe Hardiquest

“La técnica no se debe sentir, sólo está al servicio del gusto y la emoción”.
 
El chef belga Christophe Hardiquest es conocido por su combinación de técnicas de cocina clásicas con excelentes productos para crear platos contemporáneos y sabrosos.
Nacido en Lieja, en el este de Bélgica, el primer recuerdo de Christophe Hardiquest sobre su interés por la comida es el caldo de pollo con pasta "alfabeto" de su abuela.
Su visión de la cocina es multicultural, epicúrea y, sobre todo, generosa. Con la sostenibilidad en el centro, la cocina de Christophe promueve el diálogo y el intercambio. La cocina del chef es de improvisación, sin tules ni fronteras.
“Trabajar con productos de calidad, conocer su origen. No hay gran cocina que no tenga productos de excelencia”.
 
Christophe apuesta por la calidad, la artesanía y, por supuesto, el buen sazón. Su filosofía: simplemente cocinar buena comida que rezuma calidez desde el corazón, cuenta una historia y produce una buena sensación.
Deslumbrar al comensal en el momento, la espontaneidad, mostrar la excelencia del producto, combinar perfectamente los sabores y preparar alimentos frescos son los factores que impulsan al chef.
Para Christophe, es importante que los comensales comprendan su cocina y sean “participantes de la composición de la sinfonía de emociones que está a punto de vivir” a través de su comida.
 
Después de 20 años detrás de los fogones en la cocina de su restaurante Bon Bon, 20 años de dar el 200 por ciento cada día, es hora de que dé un giro en su vida y en su carrera.
Christophe afirmó que el cierre del restaurante no es el final sino el comienzo de un nuevo capítulo.